3 de noviembre de 2008

Jesús, ese niño que todos llevamos dentro

Los Apócrifos son una fuente de entretenimiento increíble, como ya vimos con el caso de la partera de la mano seca. Os dejo con un extracto del Evangelio Árabe de la Infancia y las ventajas que tiene ser un niño dios. A todos nos decían que teníamos que ser buenos, como el Niño Jesús, pero nos omitían detalles como estos...

El Hijo de Hanan castigado con parálisis

XLVI. 1.Otra vez, Jesús se encontraba cerca de un canal de irrigación, y con él se encontraban otros niños. Y se entretenían en hacer pequeños depósitos de agua. Y Jesús, con barro, había formado doce pajaritos, y los colocó en los bordes de su depósito, tres a cada lado. Y era sábado aquel día.

2. Sobrevino el hijo de Hanan el judío, y, viéndolos así ocupados, les dijo con cólera y acritud: ¡En día de sábado amasáis barro! Y, lanzándose contra ellos, destruyó sus depósitos. Cuanto a Jesús, batió sus manos, se volvió hacia los pájaros que había hecho, y éstos volaron, chillando.

3. El hijo de Hanan se dispuso también a romper el depósito de Jesús, y el agua se desecó. Y Jesús le dijo: ¡Deséquese tu vida, como se ha desecado este agua! Y, en el mismo momento, el niño fue atacado de parálisis.

Jesús empujado por un niño

XLVII. 1.Un día, Jesús camfnaba con José. Y encontró a un muchacho que corría, y que, tropezando con él, lo hizo caer.

2. Y Jesús le dijo: Como me has hecho caer, así caerás tú, para no levantarte más. Y, en el mismo momento, el muchacho cayó, y murió.


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